Fruta sangrienta

Un sistema explotador y una amistad especial [Guideline]

Empezar Cuento
Hakim
Dresde, Alemania

2018

Oyes el monótono pitido de la caja registradora.

Tirar los productos por encima de la caja registradora. Algo recurrente en tu vida desde que conseguiste un trabajo en la tienda de descuentos. Una extraña combinación de monotonía y estrés.

Vas a donde las naranjas. Lo único que te recuerda a casa.

Tomar la naranja entre tus manos

Miras detenidamente el cartel sobre las naranjas.

Tu corazón se agita. Origen: Italia. ¿Esta fruta viene de la plantación en la que tu mejor amigo trabaja ilegalmente?

No has sabido nada sobre él. Solo esperas que no lo hayan deportado. Su último mensaje decía que ya no podía soportar más las paupérrimas condiciones laborales.

Mirar a la naranja

Deseas no haberos separado tras las duras semanas en el campamento de refugiados.

Mientras él, como “refugiado económico” de Burkina Faso, no tenía ninguna oportunidad, a ti, por ser de Siria, se te dió asilo en Alemania.

Te da asco pensar que esa fruta pudo ser recogida por él. Detrás de tí alguien refunfuña.

Hacer el espacio para otros

Dentro de ti se libra una batalla entre el deseo de comer la dulce naranja, que te ayudaría en tu soledad, contra la amargura de que podrían haber explotado tu amigo.

¿Y qué diferencia hay con las naranjas orgánicas de España?

Casi el doble de caras. Debes ahorrar cada centavo para financiar la salida de tus padres de Siria.

Comprar naranjas orgánicas
Comprar naranjas sin marca
Señor Grau
En una mansión de selva negra, Alemania

2018

Los números hablan por sí solos: Productos orgánicos están en voga. Cada vez, más y más personas compran estos tipos de productos.

Decides ampliar la variedad de productos orgánicos. Ahora mismo, la compañía usa la etiqueta orgánica del más bajo estándar.

Para abaratar aún más los costes, piensas en cómo hacer una etiqueta ecológica propia.

Suspirar

Has sido el jefe de esta cadena toda tu vida. Le has generado una increíble riqueza a la compañía de 41 millones de Euros, además de hacer posible el consumo masivo de fruta a la gente más pobre.

El concepto de tienda de descuento fue una gran idea y, en los primeros años, fuisteis capaz de vencer a la competencia con métodos innovadores.

Pero, de repente, una batalla fea entre los supermercados comenzó. Tras haber agotado toda posibilidad para rebajar los costos, se tuvo que rebajar los salarios.

Ver las ganancias anuales

Ahora, los salarios son tan bajos que hasta los propios empleados no tienen otra opción que comprar los productos más baratos.

Ahora puedes comprar un kilo de naranjas por unos cuantos Euros, pero ¿Cuál es el precio real?

Trabajadores explotados, destrucción de la naturaleza, cambio climático. Tu propia filosofía ya no funciona desde hace tiempo.

Reflexionar

Esto no puede seguir así.

¿Puedes usar el poder de tu compañía para liderar un cambio sustentable, sin caer en la quiebra?

Apoyar restricciones ambientales y sociales más estrictas a través del lobismo
Parar de vender fruta convencional y solo ofrecer fruta orgánica
Hakim
Dresde, Alemania

5 años después

Es primavera, el tiempo cuando las cosas cambian.

Desde que te casaste con Rebecca, te sientes mucho más cómodo en Alemania. Gracias a ella, incluso pudiste superar el shock y el dolor cuando la casa de tus padres en Siria fue destrozada por las bombas.

Has aprendido a mirar hacia adelante y a no resentir el distanciamiento que la gente suele mostrar de vez en cuando.

Mover la leche de soya sobre la caja

Lo único que baja tu ánimo es que sigues haciendo el mismo trabajo, día tras día, en la tienda de descuentos.

Aunque ahora recibas un salario mínimo significativamente más alto y la oferta de productos sin plástico y de comercio justo aumenta constantemente…

…estás cansado de mover los productos de acá para allá, dar el cambio y saludar a todo el mundo.

Desear un buen día al cliente

Tu esposa te dijo que la UE ha introducido un índice de sostenibilidad y apoya las ideas innovadoras para la transformación de la agricultura. ¡De repente ves tantas oportunidades!

Presentar una solicitud para abrir una granja acuapónica
Cumplir tu sueño de toda la vida y gestionar una propiedad de manera sustentable
Hakim
Dresde, Alemania

27 años más tarde

Nunca habrías pensado que Dresde podría cambiar tanto.

Ahora, la gente sonríe en las calles y te saluda amistosamente.

Todos trabajan solo unos pocos días a la semana, en trabajos que realmente disfrutan, ya que no deben preocuparse por la comida. Tus granjas acuapónicas se han esparcido por la ciudad y producen suficiente comida para toda la población. Ellos pueden obtenerla gratis.

Seguir caminando

Pero lo mejor es que tu amigo de Burkina Faso te llamó.

Tras el cierre de la fábrica, acorde con las reglas de la UE, el se devolvió a su hogar natal.

Con el dinero que le dieron como compensación, él fundó un taller solidario. Ahora, el concepto de la agricultura solidaria es muy popular en Burkina Faso.

Pensar en el futuro

Desde que el continente africano dejó de estar inundado de productos baratos procedentes de Europa, su país se ha desarrollado magníficamente.

En dos meses, tu amigo vendrá a visitarte con su familia y, después de más de 30 años, por fin os volveréis a ver.

Cerrar el cuento
Hakim
Dresde, Alemania

27 años más tarde

Te sientes aliviado por lo bien que tu jardín de permacultura ha resistido la devastadora sequía de los últimos años.

Hoy en día es tan caluroso que no puedes plantar los mismos árboles de antes.

Paseas despacio por el sendero que serpentea por el denso jardín. Miras con orgullo los árboles de olivas, los higos maduros y los jóvenes árboles de naranjas que plantaste hace algunos años.

Continuar

El pequeño pedazo de tierra es el orgullo de tu familia y te hizo ganar el respeto de la gente de la ciudad.

Este año será un buen año, habrá suficiente fruta para abastecer las Cocinas Abiertas de los barrios.

Los días en que movías productos, envueltos en plástico, sobre la caja solo son lejanos recuerdos malos, al igual que los meses de ansiedad cuando no sabías de tu amigo.

Recoger una naranja

Ahora él también vive en Alemania y es el Jefe de cocina de una de las Cocinas Abiertas. Sorprende a los alumnos en sus horas de almuerzo con deliciosa comida tradicional de Burkina Faso.

El hecho de que todos los habitantes de la ciudad comparten la comida ha aumentado la solidaridad.

Esperas que esto sea lo suficientemente fuerte para que no se quebrante ante los desafíos del cambio climático que están llegando.

Cerrar el cuento
Inspector González
Almería, España

4 años más tarde

Eres el inspector del Comité Andaluz de Agricultura ecológica (CAAE). Tu misión es controlar las granjas orgánicas en la región de Almería.

Pasas por delante de enormes invernaderos hechos de láminas de plástico, pozos y sistemas de tuberías de agua.

Parar frente a la granja orgánica

Los granjeros te muestran los enormes invernaderos. Curioso…hay muy poca actividad aquí.

Quizá los rumores sobre las malas condiciones de trabajo no sean ciertos. Sin embargo, sospechas que los trabajadores no acudieron a trabajar debido a la inspección.

Caminas lentamente por el invernadero bañado por el sol, con innumerables hileras de naranjas maduras a tus lados.

Tomar una muestra

Con las muestras de tierra y fruta para el laboratorio de alimentos en el equipaje, se te ocurre conducir una vez más hasta las afueras de Almería, al borde de los invernaderos.

Lo que ves te impacta. Estás de pie en un suelo reseco en un mar de plásticos viejos que provienen de los invernaderos.

Sacudir la cabeza

¡Esto va en contra de todo principio de la agricultura sustentable!

Pese a eso, no hay nada que puedas hacer porque la marca orgánica, que produce los productos, tiene un estándar extremadamente bajo. Tanto así, que no prohíbe este tipo de prácticas.

No te quedan muchas opciones.

Lanzar una acción de protesta para informar a los consumidores
Presentar muestras manipuladas al laboratorio para que los agricultores pierdan la certificación orgánica
Hakim
Dresde, Alemania

1 año más tarde

Aburrido, tiras la mercadería encima de la caja. Siempre ese pitido. Te has dado cuenta que la gente está cada vez más consciente sobre temas de sostenibilidad y presta atención a los sellos de calidad reconocidos.

Productos con ciertos sellos orgánicos ganaron mala reputación tras el llamado a la acción en contra el déficit ecológico, encontrado en la producción de productos orgánicos, de un inspector español.

Mover naranja en a la caja

A estas alturas, ya tienes mucha desconfianza contra los productos de tu propia tienda. En cambio, has entrado en una asociación de consumidores, en la que solo hay frutas y verduras de la región.

Al menos tu amigo te escribió que la acción de protesta también aumentó los controles en Italia. Su plantación tuvo que cerrar y recibió una gran indemnización.

Recordar a tu amigo

Al parecer, algunas empresas intentan que los inspectores hagan la vista gorda sobornándolos.

A veces te preguntas qué sentido tiene todo este sistema que hace que la gente haga trampas todas las veces que pueda. En la pantalla que tienes delante, los precios se van sumando: 1,49 euros, 2,89 euros, 4,76 euros….

De repente, empiezas a soñar. ¿No podría existir un mundo sin dinero, sin precios, sin el afán de lucrar?

Levantar la mirada

Serían 21,33€ “¡Que tenga buen día!”- le dices a la joven.

“Vielen Dank, Ihnen auch.” Te da una sonrisa brillante.

Es esta sonrisa la que te anima a creer en tu sueño.

Cerrar el cuento
Hakim
Dresde, Alemania

6 años más tarde

Oyes el sonido. Ya estás acostado en tu cama, así que te levantas sorprendido.

Un número desconocido.

Con sospecha contestas el teléfono. La voz te parece conocida. Te saluda, bromeando, en español pero enseguida reconoces el acento de África Occidental.

Escuchar

Te cuenta que escapó hacia España, cuando ya no resistía más en la plantación de fruta. Después de dos años su petición de asilo fue aceptada.

Pasó un tiempo horrible en el hospital luchando contra el cáncer y una enfermedad infecciosa.

Contener el aliento

Los doctores no daban esperanzas. Pese a ellos él sobrevivió. Ahora trabaja para el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica.

Su predecesor fue despedido tras ser descubierto enviando muestras falsas a los laboratorios. Tu amigo hará un mejor trabajo, ya sabes lo concienzudo que es.

De momento, envía a su familia en Burkina Faso la mayor parte del dinero que gana pero dentro de un año habrá ahorrado lo suficiente para venir a visitarte en Alemania.

Cerrar el cuento
Luigi
En un lugar desconocido de Italia

2 horas después

Cuando vuelves a despertar, estás tumbado en el borde del huerto, mirando a los ojos negros de un trabajador cuyo nombre has olvidado.

“Beba esto” dice con un ligero acento tunecino y te pone la botella de agua en la mano. El sol quema sin piedad en tu cara.

Debes haberte derrumbado mientras supervisabas el trabajo en la plantación.

Beber un sorbo con dificultad

Demasiado calor, además del estrés porque las grandes cadenas de supermercados ya están presionando de nuevo.

Son maestros en hacer pelear a los pequeños productores de fruta entre vosotros y en hacer que el precio sea cada vez más bajo. Si quieres permanecer en el juego, tienes que estar preparado para hacer sacrificios.

Aun así, sientes un poco de vergüenza al ver a los trabajadores de la plantación.

Entrecerrar los ojos

El sudor brilla en su piel oscura, pero sus rostros no muestran ninguna emoción mientras riegan la fruta, trabajan la tierra, cosechan los frutos.

Trabajan para la empresa de la mañana a la noche, duermen bajo una lona de plástico y mantienen sus fuerzas con pura fuerza de voluntad.

A veces te sientes un poco como un dueño de esclavos.

Parpadear asustado

En secreto, los trabajadores también están felices de tener un trabajo, ¿no?

De lo contrario, seguramente habrían sido deportados hace tiempo.

Pero, ¿realmente tenías que cobrarles también el dinero por el colchón de mala calidad?

Tratar mejor a los trabajadores en un futuro
Mantener los costes bajos o acabaréis todos en la calle
Luigi
En un lugar desconocido de Italia

1 año más tarde

Tu última plantación acaba de cerrar. Otros grandes agricultores no fueron tan indulgentes como tú.

Llegó el momento en el que ya no pudiste soportar la presión de los grandes supermercados y tu granja fue comprada por otros agricultores.

Sólo ahora, al estar fuera del negocio, te das cuenta del peligroso espiral de dependencia y dinero.

Caminar por la playa

En todas partes el suelo se está erosionando debido a la sequía.

Las aguas subterráneas se hunden constantemente. Están saladas y contaminadas. Hay plástico tirado por todas partes.

Por primera vez algo dentro de tí quebranta, al darte cuenta de las impresionantes consecuencias que trae consigo este tipo de agricultura explotadora.

Sacudir la cabeza

Ya estás harto de este sistema, del consumismo de esta sociedad.

Tu gran sueño de ser agricultor se ha convertido en una pesadilla.

Te sientes impotente, en realidad sólo quieres descansar.

Solicitar empleo en una bodega Demeter
Ir a las montañas, lejos de esta locura
Luigi
Un viñedo en Italia

10 años más tarde

Sientes un sabor amargo en la lengua, mientras muestras a los dos hombres el viñedo.

Uno de ellos trabajó para ti en su momento, el otro, Hakem o algo así, es un buen amigo suyo de Arabia -¿o Siria?

Juntos han abierto una charcutería que ha alcanzado gran fama.

Presentar las variedades de vino

Discuten durante un rato, pero luego deciden seleccionar el vino tinto seco para su gama de productos.

Les envidias un poco por su ascenso. Pero también puedes considerarte afortunado.

En la bodega experimentaste por primera vez cómo puede funcionar la agricultura sostenible.

Sonreir

Lo primero aquí no son el lucro y el crecimiento económico, sino los seres humanos y la naturaleza.

Sin embargo, la demanda de tus productos de alta calidad sigue siendo ininterrumpida.

Esperas que esto continúe y que tus nietos puedan crecer en una Italia en la que ya nadie sufra por la industria alimentaria.

Cerrar el cuento
Luigi
Alpes, Italia

50 años más tarde

Es tan hermoso aquí, que ya te olvidaste del mundo de allá abajo con todos sus problemas.

Aquí, en el aislamiento de los Alpes, has construido una pequeña cabaña, cultivas tus propias hortalizas en un huerto y tienes varias cabras y gallinas que te proporcionan las necesidades más básicas.

La magia de las montañas te ha hechizado, pero el tiempo no se ha detenido.

Salir de tu cabaña, gimiendo

Ni siquiera te has dado cuenta de lo viejo y desaliñado que te has puesto.

Quitar la maleza de tu parcela es cada día más difícil, y si bajas a recoger las zanahorias jóvenes del suelo, te duele la espalda.

Quitar la maleza

Hace 50 años fue la última vez que explotaste a alguien, mientras tanto te has cuidado por cuenta propia, has vivido en armonía con la naturaleza.

Estás orgulloso de tu cambio de estilo de vida. Al mismo tiempo, te das cuenta de cómo te has alejado del mundo.

Algún día, morirás solo aquí en las montañas. Nadie te confronta a ti ni a tus acciones, pero tampoco hay nadie que te vaya a echar de menos. ¿Realmente tiene que terminar así?

Cerrar el cuento
Directora de la sucursal
Dresde, Alemania

3 años depués

Se oye un golpe cauteloso y la puerta se abre. Puedes ver el nerviosismo en la cara del joven, a pesar de que lleva tres años trabajando en la sucursal.

Te saluda y te enseña fotos en su teléfono hechas por su amigo. Su amigo las tomó en secreto, con el peligro de perder su trabajo.

Ahora ha desaparecido. Probablemente le quitaron el teléfono móvil.

Mirar fotos

Carpas rotas rodeadas de residuos de plástico, gente frustrada e irritada, interminables hileras de fruta, un trabajador que se lleva las manos a la cara porque le ha tocado alguno de los agresivos pesticidas….

Las horrendas imágenes no terminan.

Levantar la mirada

“La fruta que vendemos aquí proviene de estas plantaciones.”, dice el joven.

Su alemán apenas tiene acento. “Por favor, ¿usted no puede hacer algo al respecto?”

“Sólo soy la directora de una sucursal.”, respondes, “No tengo influencia en nuestros contratos con los proveedores.”

Terminar conversación

No puedes quitarte las imágenes de la cabeza. Si la tienda de descuento sólo vendiera fruta certificada, no habría ocurrido algo así.

Pero muchos de tus clientes simplemente no ganan lo suficiente como para comprar fruta producida de forma social y ambientalmente responsable.

¿Qué pasaría con vuestras ventas?

Reclamar por la fruta certificada ante tu jefe
Olvidar la idea, mejor mantener a los clientes
Hakim
Dresde, Alemania

1 año después

Sin pensar, tiras de los productos por encima de la cinta. Ya no oyes el monótono pitido.

Por iniciativa de tu jefa, la empresa ha introducido su propio sello que identifica los productos sostenibles.

Utilizar un sello ya reconocido habría encarecido demasiado la mercancía.

Saludar a los clientes

Le agradeces a tu jefa que te defienda, pero tiene dudas sobre la utilidad del sello.

Los productos son sospechosamente baratos y no crees que se mantengan los estándares sociales y ecológicos que sirven como publicidad para el supermercado.

Despedirse del cliente

Todavía no sabes nada de tu amigo.

Decides dejar Alemania lo más pronto que puedas para ir a Italia a buscar a tu amigo.

Cerrar el cuento
Hakim
Dresde, Alemania

1 año después

Todo parece igual que siempre: el monótono pitido de la caja registradora, la frialdad de los alemanes, las miradas poco amistosas como si debieras irte de aquí.

La apatía frente al sufrimiento en el mundo da escalofríos.

La guerra civil en tu país sigue.

Tirar la fruta sobre la caja registradora

Además, el cambio climático se ha puesto peor.

Al ver las viejas higueras y olivos, que sobrevivieron a la guerra, ahora secas por el calor, rompiste a llorar.

De cualquier manera, lloras constantemente cuando piensas en tu amigo.

Desearle un buen día al cliente

Tu amigo ya no tenía fuerzas para seguir trabajando en el huerto, pero tampoco podía soportar la humillación de volver a su tierra con las manos vacías, sin haberse llevado nada de Europa, salvo los callos de las manos y los pies.

Cuando le quitaron el teléfono, ya no pudo ni siquiera llamar a su familia.

Desde ese momento no has sabido nada sobre él.

Cerrar el cuento

Cancelar Cuento

¿De verdad quieres cancelar este cuento?

Tu progreso actual se perderá.

Continuar el cuento
Cancelar el cuento